Esta semana en Aragón se ha creado una disyuntiva que sinceramente me parece importante tratar. Todos sabemos de la obligatoriedad de tener entrenador en todas las categorías nacionales, como mínimo Nivel I.
Hasta aquí todo bien, incluso excelente. El hecho de que se exija entrenador es un paso más para la dignificación de nuestro deporte tantas veces denostado por los estamentos.
Para ello, esta temporada, al menos en Aragón, se acordó imponer sanciones económicas a los equipos que no inscribiesen en cada acta de los partidos al entrenador. Pero , también se proponía sancionar con partido perdido a los equipos que tras ocho jornadas consecutivas no lo presentaran.
Pues bien, al parecer esta semana un equipo de categoría nacional, que para más INRI esta apunto de la desaparición casi inmediata, va a dirigirse al colegio de entrenadores para denunciar el hecho y que sea este el que presente la denuncia ante la federación...
A partir de aquí ¿que?, tal y como están las cosas, la reclamación es del todo legal y debería poder ejecutarse la sanción correspondiente, pero, ¿no será esto un mal mayor?, no podría abocar a muchos equipos al descenso y en el peor de los casos a la desaparición por la falta de este entrenador.
Bien es cierto que han tenido tiempo para conseguirlo, pero el que alguien, de un pueblo por ejemplo, se desplace al curso más cercano (normalmente en la ciudad ) dos o tres días a la semana en un horario complicado para los que trabajan, parece algo insalvable . Y por otro lado, la otra solución es pagar a un entrenador que venga desde la ciudad hasta el pueblo de referencia lo que tiene un coste inasumible en categorías como la juvenil nacional o la nacional B...
Entonces ¿que hacemos?,¿seguimos a rajatabla la reglamentación?,¿deberemos hacer excepciones?,¿es bueno?,¿es malo?
A mi entender el problema es importante y de calado y requiere de muchas ideas y opiniones de gente del futbol sala que reme en favor del futbol sala.
a vosotros ¿ qué os parece ?