Estamos en proceso de cambios dentro de las categorías del futbol sala nacional, y esta temporada es la que se ha fijado la liga para reestructurar la competición y dotarla de seriedad y de rigor. A las distintas propuestas no le faltan detractores y si a eso le sumamos el nefasto momento económico que atraviesa el país, como dicen muchos “apaga y vámonos”.
Para ponernos en situación, de cara a la próxima temporada tendremos una división de honor (o primera división) con 16 equipos, idéntica a la actual pero seguramente con un mayor control sobre el estado económico de los clubes para no encontrarnos sorpresas a mitad de temporada. Hasta aquí todo normal. Seguimos con la División de Plata (o segunda división), cinco son los equipos que descienden para ofrecer 4 plazas a equipos de Nacional A que pudieran ascender y así dejar la liga en 18 equipos. Tampoco parece mal esta medida aunque hay varios equipos que ocupan plaza de descenso en plata en estos momentos, que esperan con ansia salir de esa situación o como mal menor que alguno de los equipos que ascienden no puedan hacer frente a los gastos que conlleva competir en esa nueva categoría.
Vamos ahora a lo complicado. En la actualidad hay 9 grupos en la Nacional A y el comité ha decidido que en una sola temporada ejecutar una restructuración que dejara la competición en 6 grupos solamente y uno de ellos integro para las Canarias. Acierto o error? Eso nos lo dirá el tiempo. Yo pienso que hay que ser optimista y pensar que esto será para bien, ahora también he de decir que ponerse en la postura de los equipos inmersos en la competición es complicado. Pensar que con siete, ocho o nueve descensos que puede haber, iniciada la segunda vuelta puede haber equipos descendidos y estoy convencido que las incomparecencias estarán al orden del día. También es verdad que si no se presentan de forma reiterada, se les desciende dos categorías mas abajo. Y los que se quedan que? Presupuesto similar a equipos en plata de hace unas temporadas donde había varios grupos. Mal momento para tener que buscar nuevos ingresos para ajustar el presupuesto a una categoría donde con la mitad o menos se ha competido este año. Lo de la Nacional B ya será otra historia pues se me antoja complicadísimo dar cabida a una categoría ya de por si masificada con 23 grupos, todos los descensos de la Nacional A. Veremos como lo gestionan.
Eso solo si hablamos de clubes y no entramos a valorar el tema de entrenadores y jugadores que se quedaran sin plaza en las categorías consideradas elite o casi.
Bueno compañeros, espero, que esto sea para bien y que después del cambio que será traumático como todos los que se dan en la vida, podamos mantener esta estructura durante mucho tiempo y con equipos que merezcan la pena de verdad. Que no sea esto una medida pasajera sino que perdure en el tiempo y le de al fútbol sala un carácter solido y serio.
Saludos y hasta la próxima.