Desde la creación misma del deporte, la ciencia ha ido evolucionando de la mano de este para, poco a poco, adaptarse a las necesidades de aquellos que se atreven a practicar cada una de sus especialidades. Y el mundo del fútbol sala no iba a ser diferente. Desde las primeras zapatillas de futsal allá por los años 30 hemos podido ver una evolución paulatina en los modos y materiales de confección de las mismas. La tela fue el primer pilar para el upper - parte superior o carcasa – de este tipo de calzado. Pilar que dejó paso al uso de pieles naturales y que, actualmente, parece estar cayendo en desuso por la proliferación de pieles sintéticas y demás tejidos. Pero, ¿en qué se diferencian todas estas materias primas?
Los primeros modelos especializados para el 40x20 estaban confeccionados en lona, un material barato, a la par que poco duradero, que ofrecía una muy buena transpirabilidad. La piel natural fue el siguiente paso para las carcasas, un material que posee unas grandes propiedades para el mundo fútbol por su elevado grado de adaptabilidad. Este tipo de material es el único que, con el paso del tiempo, se va acoplando y amoldando a los relieves de nuestro pie ofreciendo una personalización casi perfecta para cada usuario. Dentro de este tipo de materiales destacamos la piel de canguro por ser el tejido con más número de fibras entrelazadas entre sí, lo que dota a este material de una enorme flexibilidad, comodidad y una capacidad única de adaptación.
Poco a poco los materiales sintéticos fueron ganando espacio a los tejidos naturales debido principalmente al elevado coste de los mismos. La ventaja principal de este tipo de material es, además de un coste inferior, la durabilidad que ofrecen. Aunque como contras tenemos que la adaptación del tejido al huésped será infinitamente menor que con un tejido natural. Dentro de este tipo de tejidos sintéticos tenemos por ejemplo el NikeSkin de Nike con el que dota a sus zapatillas de futbol sala Nike MagistaX Finale II Ic entre otras.
Pero, fue en 2014 cuando todos estos materiales quedaron supeditados a lo más novedoso del momento: el hilo. Directamente heredado del atletismo, la marca americana del swoosh hacía de este su elemento principal para fabricar las botas de fútbol. Por su parte, Adidas también se unió a esta moda del hilo con su tejido Primeknit con el que más adelante permitiría a la empresa alemana crear la primera zapatilla de fútbol sala sin cordones: adidas Ace Tango Purecontrol IN. Pero no sólo estas dos marcas se atrevieron con el hilo. La empresa española Joma apostó por su modelo Joma Skin Regate consiguiendo una zapatilla de tan sólo 225 gramos.
Quizás fruto del uso de estos nuevos tejidos basados en el hilo, poco a poco se fue acostumbrando al jugador a calzar zapatillas cada vez más ceñidas al pie. El efecto compresivo de estas permite eliminar las distracciones que puede ocasionar un calzado holgado con el que, a la larga, pueden surgirnos dolencias. Este tipo de materiales no suelen dar de sí como una zapatilla de piel que, en caso de no estar bien construida, podría expandirse en exceso siendo peligroso para el jugador que las calce. Aunque, con el paso del tiempo, este problema ha sido prácticamente erradicado por las marcas al añadir tecnologías que permiten servir de retén a la piel para que no ceda en exceso. Ejemplo de esto podría ser el MidFoot Cage que la marca americana Nike usa para sus Nike TiempoX Finale IC.
Pero, ¿queréis saber mi opinión? Creo que actualmente muchas de las marcas punteras han entrado dentro de una dinámica en la que los amantes de este deporte hemos quedado relegados a ser actores secundarios. La mayoría de las empresas han dejado de lado el 40x20 limitándose sólo a hacer adaptaciones de sus zapatillas de fútbol 11 para el mundo del futsal. Pero las zapatillas de fútbol sala necesitan unas especificaciones técnicas de las que carecen las botas de fútbol. Silos específicos para un deporte específico. Sólo tenemos que ver un partido de fútbol sala profesional para comprobar todo esto. En este tipo de competiciones los deportistas suelen ser muy reacios al cambio, por lo que veremos a jugadores que, a pesar de haber nuevos modelos en el catálogo de marcas, suelen jugar con sus zapatillas antiguas. Aunque sí es cierto que muchas empresas son conscientes de esto y de vez en cuando sacan modelos similares a esas zapatillas para los más tradicionales de la casa. Ejemplo de esto podría ser la marca de las tres barras cuando sacó la adidas ace 16.2 CT, un modelo que nos retrotraía a la super ventas adidas Top Sala. Llegados a este punto, ¿tú qué opinas? ¿Deberían volver a fabricar modelos específicos como la Nike Lunar Gato, adidas top sala o Nike elástico?
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