Es bastante raro ver al Real Madrid con la pólvora tan mojada pero los grandes culpables de sus injustificadas frustraciones son los grandes guardametas que se ha encontrado en su camino. En la primera jornada Aouate convirtió Mallorca en un fortín, lo que hizo Ricardo en el Bernabéu fue para enmarcar, Bravo tampoco lo hizo mal en Anoeta, Stekelenburg en Champions estuvo imperial y Manolo Reina consiguió dejar secos a los delanteros del Madrid.
¿Es tan raro que un equipo falle tantas ocasiones? Todo esto tiene una explicación pseudo-científica digna de ser explicada por el mismísimo Punset, pero yo voy a intentar arrojar algo de luz sobre este peliaguado asunto, es un curioso fenómeno que yo llamo "El Efecto Campo de Fuerza"
La mayoría de los lectores de esta bitácora (por no decir todos) sois porteros y seguro que os ha pasado lo siguiente, cuando estáis jugando un partido memorable, lo estáis parando todo y parece que San Ricardo Zamora está guiando vuestros pasos desde el más allá, el equipo contrario parece sufrir una especie de maleficio que le impide apuntar con claridad, las ocasiones claras se van fuera y un montón de balones van al palo, mientras tanto aumenta tu leyenda y por consiguiente su desgracia. Es decir, parece que un campo de fuerza protege tu portería.
La explicación es relativamente sencilla, lo primero, los delanteros son yonkis del gol, si no marcan se ponen nerviosos y si se ponen nerviosos no marcan, es decir la ansiedad les juega una mala pasada, por otro lado cuando se encuentran con un portero inspirado en lugar de hacer lo lógico y lo fácil intentan ajustar el balón al palo, hacer tres regates y luego tirar a colocar con la pierna mala, o simplemente esperar a encontrar ese tiro imposible que por supuesto nunca aparece.
El Real Madrid parece sufrir de este mal, no mete gol ni al arco iris porque se ha topado con grandes porteros que han alimentado un estado de ansiedad nada bueno y eso ha creado el famoso efecto campo de fuerza.