Inglaterra tiene un serio problema con los porteros, de todos los seleccionables menos de diez son titulares en sus equipos y muy pocos son dignos de ser porteros de una selección como la inglesa y para colmo de males los clubes han tirado la toalla a la hora de formar porteros, prefieren comprar y se han dado cuenta que España es un mercado fenomenal.
Hoy por hoy tiene más posibilidades de jugar como portero en la Premier un finlandés que cualquier chaval de Sheffield, Manchester o Brighton, es triste pero cierto una de las mejores ligas del mundo no parece tener ningún interés por formar porteros de nivel para que jueguen en sus equipos y en la selección nacional, insisto los porteros ingleses no son tan malos, simplemente no gozan de confianza ni de medios, pero eso es harina de otro costal digno de un estudio mucho más profundo.
Lo raro del asunto es que los equipos de la Premier no tienen ningún reparo en buscar en mercados exóticos pero apenas han dirigido su mirada a nuestro país, donde podrían comprar porteros buenos, bonitos y no demasiado caros. Un caso claro es el de Almunia que fichó por el Arsenal ante el estupor de la mayoría, ya que tampoco había demostrado nada fuera de lo común en la liga española y ahora y sin hacer mucho ruido es titular en el Arsenal, un logro que jamás habría conseguido si se hubiera quedado en España.
El caso es que ahora Ferguson persigue a De Gea, se rumorea que el West Ham busca un portero ibérico, a Asenjo le salen novias inglesas por todas las esquinas y cada vez que un portero español insinúa su retirada una decena de equipos de la Premier quieren convencerle de que acaba su carrera en las islas británicas. Estamos de moda y eso es genial, es un reconicimiento al gran trabajo que hacen los entrenadores de este país pero desde luego no es la solución al problema que tienen con los porteros.