Cuando el Atleti empezó a ganar con el Cholo de la mano todos pronunciaban la misma frase: “ya caerá”. No fue así. Tampoco se le puede culpar a aquellos que lo dijeron –al principio- porque todos sabemos cómo es, o mejor dicho, cómo era, el Atleti. Ahora bien, este año no creo que hubiera motivos para pronunciar esa frase porque aunque sí es cierto que en algunos partidos han ganado por suerte y sin fútbol –la suerte del campeón, ¿no?-, ha sido sin duda el equipo más regular de la Liga.
Poquito a poco, paso a paso, partido a partido como dice el Cholo, construyeron una gran montaña y en la cima estaba la copa de la Liga… que ansiaba manos rojiblancas desde hace dieciocho años. Y ahí llegaron todos. Los veintidós jugadores, Simeone, Mono Burgos y el resto del staff. Porque el equipo va más allá de los jugadores y de los entrenadores… Han sido ‘uno’ y miren dónde han llegado y dónde pueden llegar aún.
Este año debe ser el año rojiblanco, el año del Atleti y espero sinceramente que así sea.
No soy colchonera, pero admiro, respeto y reconozco lo que estos jugadores y lo que ese entrenador han conseguido juntos.
Cuando en el partido de Liga frente al Barça se lesionaron Arda y Costa, sus lágrimas lo decían todo. Ojalá lleguen a Lisboa porque ellos dos se merece seguramente como los que más estar ahí. Y quizá me llamen loca, pero especialmente se lo merece Arda, que crea fútbol como muy pocos, que hace disfrutar al espectador con solo rozar el balón.
“La historia se escribe latido a latido”. Esa era la frase de la camiseta de celebración del Atleti. Simplemente maravillosa. Simplemente reveladora. Y, sin duda, la mejor cita con la que acabar el post.
¡FELICIDADES, ATLÉTICOS!