Javier Mascherano nació en Argentina, tierra que siempre ha dado grandes futbolistas, a números uno, como Diego Armando Maradona, como Messi y como lo es también él.
Llegó al Barça procedente del Liverpool, donde era una de las máximas estrellas del club inglés. El equipo notó su ausencia tras su marcha. Además, en la Selección argentina también es un pilar imprescindible. Y eso que dicen que imprescindibles no somos nadie… Para mí él sí lo es.
¿Quién le iba a decir al bueno de Masche que llegar al Barça supondría reinventarse como futbolista? ¿Y admitir un rol de segundo plano cuando él siempre ha estado en la primera línea? Quizá lo sospechaba o a lo mejor no, pero dio el paso. No todos son tan valientes. No todos cambian el éxito, el papel de importante, el tener a una afición volcada contigo, todo ello en un grande de Europa, por un cambio así en el que te juegas mucho.
La especialidad de La Masia siempre ha sido el centro del campo y este era el hábitat natural de Javier Mascherano. Pero en el Barça siempre corres el riesgo de reinventarte, de jugar en una posición que nada tiene que ver con la tuya y así fue. Mediocentro de nacimiento, se ha reconvertido en central y de qué manera… Es obvio, e incluso natural, que Mascherano a veces cometa errores. Pero, ¿cómo le vas a exigir que haga el papel de Puyol con lo que eso implica? Pese a ello, Masche siempre ha dado la cara y son muchas las ocasiones que su rendimiento y su trabajo ha sido claramente superior al otro componente de la pareja de centrales, Piqué.
Es admirable. Es un ejemplo. Es el talento personificado. Es sinónimo de equipo. Es la clase. Mascherano es tantas cosas…
Repito, a veces falla, pero yo con este jugador siempre me quedo más con lo positivo que con lo negativo. Quizá porque el porcentaje de lo bueno supera a lo malo. Quizá porque si me gusta cómo se desenvuelve sobre el campo, me agrada aun más su honestidad fuera del césped. Hace unas jornadas, un fallo suyo costó un gol. Salió a zona mixta y entonó el ‘mea culpa’. ¿Cuántas veces ha hecho esto un jugador de fútbol? Y, para ser más concreta y no alejarnos demasiado: ¿cuántas veces ha fallado Piqué, siendo su posición, y ha salido a reconocerlo? Mascherano es un señor dentro y fuera del campo. Por eso no se le puede recriminar nada. Tuvo que sustituir al que es uno de los mejores centrales del mundo –al menos para mí- (Puyol) y creo que ha superado las expectativas con nota.
Ama el Barça, se nota. Adora lo que hace, se percibe. Detesta equivocarse, lo hace saber. Se adapta a las circunstancias, es visible. Nunca se queja, se aprecia.
Guardiola decidió reinventarle y por ello, jugó más minutos. Adoro a Puyol y Bartra posee una gran calidad, pero si ahora se debe sentar a un central no es Mascherano el jugador a señalar.
El pasado viernes cumplió 150 partidos con la zamarra culé. Ojalá siga sumando porque este es un ejemplo de jugador que siempre quieres en tu equipo, un ejemplo de jugador que representa los valores que el Barça tiene, un jugador cuyo valor –siempre bajo mi punto de vista-, es incalculable.
¡Enhorabuena, Masche! Suma y sigue, por favor.
“Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar (…) Descubrirás que lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser y que el tiempo es corto (…) Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias…”. Jorge Luis Borges.