El injusto descartado:
Marc Bartra cambió su condición de jugador por la de espectador, pues Martino decidió que él y Tello fueran los descartados.
Soy, desde el principio prácticamente, muy fiel a la opinión de Martino, pero en ciertas cosas discrepo con él. Esta es una de ellas. Bartra se había ganado a pulso jugar de titular el clásico o, al menos, estar convocado y disputar unos minutos. Y, sinceramente, a Piqué no le venía mal sentarse por dos motivos: para que descansara y también para espabilarse, porque a mí desde hace mucho no es el central que me daba seguridad.
Bartra acaba contrato este verano… Y sigue siendo víctima de una jerarquía injusta. Este chico se ha ganado a base de partidos espectaculares una oportunidad. Ha jugado poco, pero es que ese poco lo ha hecho de forma impecable.
Los entrenadores:
Ancelotti salió con una alineación propia de un equipo pequeño que busca amarrar un resultado mínimo. No fue valiente. El juego de su equipo y sus planteamientos no son en absoluto nada diferentes a los de su antecesor, Mourinho. La situación tampoco ha cambiado fuera del campo. Ahora bien, lo único en lo que sí estoy de acuerdo es en que Carvajal ocupe el puesto de Arbeloa.
Tata Martino arriesgó con su alineación y le salió bien, aunque para mí se equivocó en varias cosas. La primera, como ya he dicho, no convocar a Bartra. La segunda, que jugase Cesc. El de Arenys dista mucho de lo que un día fue y en el partido de ayer pasó inadvertido. A veces hasta se me olvidaba que estaba jugando. No me convence, es demasiado irregular. Sin embargo, el Tata acertó –aunque al principio yo no estuviera de acuerdo- en sacar a Alexis de revulsivo. El juego del Barça no fue una delicia, está lejos de su mejor versión, pero aun así siguen siendo superiores al Real Madrid, que en teoría llegaba al clásico mejor.
Los desaparecidos:
Aquellos a los que llamamos los mejores del mundo, Messi y Cristiano Ronaldo, fueron quizás los que menos hicieron. Para empezar, ninguno realizó su principal función: marcar; para continuar, excepto alguna jugada individual de Messi y la asistencia de Cristiano a Jesé en el gol más otra ocasión propia, no hicieron más.
El desubicado:
Ancelotti se equivocó totalmente al sacar a Bale de titular. O al menos así lo veo yo. El galés estaba totalmente perdido, no sabía a quién pasar, si podía tirar o no, a qué jugaba…
No sé si es porque no ha tenido pretemporada, porque apenas ha jugado con sus compañeros o porque simplemente no encaja en este equipo, lo que está claro es que Bale no jugó a nada.
La magia a cargo del centro del campo culé:
Ayer el Barça no jugó como nos tienen acostumbrados, pero hay tres que pocas veces fallan. Esos tres dieron un recital de cómo se puede hacer magia con un balón en los pies y de cómo se debe entregar el balón:
Busquets, organizó el centro del campo a la perfección y, además, dejó numerosos detalles técnicos para adornar aun más su buena actuación.
Xavi, dio pases a diestro y siniestro y la gran mayoría llegaron a donde él quería. Hacía tiempo que no le veía tan a gusto. Realizó un gran partido.
Iniesta o como dijo Camacho en su día, ¡Iniesta de mi vida!, qué calidad tiene. Dio pases que provocan que te quedes con la boca abierta, aunque erró el alguno que podría haber costado un disgusto; nos deleitó con detalles técnicos y fue, para mí, el mejor de su equipo.
El cínico:
Sergio Ramos se dedicó más a repartir faltas y a hablar en rueda de prensa que a jugar. Para empezar, no sé el motivo que llevó a Ancelotti a situarle en el centro del campo… Y para continuar, no dejó de hacer faltas, que podían haberle costado la roja y no fue así, pero además habló del árbitro en zona mixta.
No sé si Ramos solo ve del medio del campo hacia adelante o si sus declaraciones fueron fruto de la frustración. Pero ya son muchos partidos, especialmente clásicos, que se encomienda más a otras funciones que a la que tiene que hacer: jugar.
El que su afición convirtió en villano:
Ayer Diego López tuvo fallos, pero también aciertos. En el post anterior hablaba de la poca memoria que tenemos, pues es más que aplicable a la afición del Madrid, que no valora lo que hace este porterazo por ellos. Ayer se alegraban muchos de que errara… Allá ustedes, es el portero que defiende a SU equipo en Liga y que, además, lo hace de forma heroica aunque a veces se equivoque, porque todo portero lo hace.
El héroe culé otra vez:
Valdés volvió a ser uno de los protagonistas de su equipo. Tuvo que intervenir varias veces salvando a su equipo de la derrota. El Camp Nou le ovacionó tantas veces como paradas hizo, conocedor de que ese era, seguramente, su último clásico.
Los goleadores:
El primero del Barça llegó gracias a Neymar, con una anterior brillante jugada colectiva. El segundo culé fue una obra de arte firmada por Alexis Sánchez, una vaselina que superó a Diego López (1,95m). Y el gol del Real Madrid, fue a cargo de un canterano que hizo más que otros en todo el partido, Jesé. Tras un error defensivo, el canario lo aprovechó y anotó el único gol de su equipo.
El que nunca debe ser protagonista:
El árbitro, una vez más, fue protagonista. Sacó tarjeta amarilla inexistente a Busquets en el minuto 7, mientras que a Ramos la roja que merecía no. No señaló penalti de Mascherano a Cristiano (este sí, el de la mano no, ya que Adriano carece de intencionalidad y, además, no varía la trayectoria del balón pues llegaba Valdés igualmente) y tampoco el que Pepe le hizo a Cesc en el área del Madrid.
El detalle:
El mosaico del Camp Nou, que decía “Força Tito”, fue espectacular, igual que la grada culé cuando cantó antes del inicio del encuentro el himno a capella.
