Parece que en el Santiago Bernabéu les cuesta pasar página. Bien es cierto que en Barcelona también hay ciertos sectores de aficionados que están en la misma situación. Sin embargo, esto se ha dado más siempre en la afición blanca. Les cuesta asumir que los capítulos hay que cerrarlos, que son parte de la historia, pero que forman el pasado, del cual en el presente no se puede vivir.
El inicio liguero del Madrid de Carlo Ancelotti no ha sido ni el mejor ni el esperado. El año pasado el Atlético de Madrid ya mostró su valía y su carácter ‘made in Cholo Simeone’, ganando la Copa del Rey en el templo blanco. Y el fin de semana pasado se repetía la misma historia, esta vez en Liga. El Atlético dio una lección de fútbol y de carácter a un Madrid sin alma y, sobre todo, sin fútbol.
Con esta derrota el Real Madrid se sitúa a cinco putos del liderato, que lo comparten Barça y Atlético.
El problema del Madrid, además de que no tiene una idea clara -futbolísticamente hablando- para desarrollar, es que está amarrado al pasado como esa hoja que se resiste a caer del árbol cuando llega el otoño. En primer lugar, la portería: Casillas es el mejor portero de la historia del Madrid y eso nadie lo niega, pero actualmente Diego López no tiene competencia ya que cuando el Madrid lo ha necesitado ha respondido maravillosamente y ha evitado más ridículos de los que algunos recuerdan. En segundo lugar, la sombra de Mourinho: el portugués es un motivador nato y aunque el Madrid no enamoró con su juego, al menos se apreciaba carácter en este mismo. Sin embargo, los resultados con él no llegaron, o al menos los que la mayoría de la afición anhelaba. Actualmente, unos echan de menos al portugués en el banquillo blanco y otros se acuerdan de él para maldecir el día que fichó por el club. Tanto unos como otros, deberían cerrar el capítulo de Mourinho. En tercer lugar, la crisis de juego: ¿a qué juega al Madrid? ¿Al contraataque? No sabría responder a la cuestión. Comparto la opinión de algunas personas que afirman que desde hace un tiempo el Madrid, siendo un grande, utiliza las técnicas, los tejemanejes y el juego de un pequeño. Mourinho lo inició, Ancelotti no solo lo continúa, sino que lo empeora aun más si cabe. En cuarto lugar, un ‘adiós’ que no debió darse: ¿en qué estaban pensando cuando decidieron vender a Özil? Es uno de los jugadores con más clase y técnica del mundo ahora mismo y que aportaba al Madrid la poca belleza que su juego desprendía. A cambio, traen a Isco. Todos estamos de acuerdo en que es un proyecto de gran jugador, pero repito: proyecto o promesa. Özil estaba más que consagrado. ¿Modric? Gran jugador y posee buena técnica también, pero ni Isco ni Modric superan el talento del alemán. ¿Bale? Sucede lo mismo que con Modric. En definitiva, el error de la venta de Özil se pagará muy caro. Algunos dicen: “es muy irregular”. Quizá tengan razón, pero sucede como con Iniesta o Xavi, su mera presencia en el campo da al equipo tranquilidad, talento y visión de juego. Y, lamentablemente para la afición merengue, el Real Madrid hoy no tiene nada de eso.
Al terminar el partido, en rueda de prensa le preguntaron a Gabi (Atlético de Madrid): “¿Sigue siendo esta una liga de dos?” Y él respondió: “Sí, pero no se sabe de qué dos (ríe)”. Algunos se seguirán mofando de estas declaraciones, otros seguirán sacando a pasear la pancarta que afirmaba: “se busca rival digno para derby decente”, unos cuantos seguirán recordando viejas glorias… Pero mientras tanto el Atleti, equipo que tiene más títulos europeos que el Madrid en los últimos años, le planta cara al Barça por la lucha del título de Liga.