Djukic en el punto de mira:
El serbio no ha empezado bien la temporada en el banquillo de Mestalla. Al menos, eso parece y eso indican los números. En Liga ha conseguido dos victorias, frente al Málaga y el Sevilla, y ha cosechado tres derrotas: Espanyol, Barça y Betis. Tras cinco jornadas, el Valencia se encuentra en la novena posición en la clasificación.
Sin embargo, una de las derrotas que más han dolido en Valencia es la que encajaron la semana pasada frente al Swansea en Europa League. Los ‘chés’ perdieron 3-0 en Mestalla frente al equipo galés.
Se empieza a cuestionar la capacidad de Djukic para dirigir al Valencia. Pero no es lo único que se cuestiona. El pasado 19 de septiembre, cuando tuvo lugar el partido de competición europea, son muchos los que apuntaban que los jugadores podían estar haciéndole ‘la cama’ al serbio. Es decir, que los propios jugadores almacenan derrotas y malas actuaciones para conseguir que la directiva despida al técnico, bien por discrepancias personales o profesionales.
Nunca he creído en estas conspiraciones de jugadores contra entrenadores. Quizá porque no veo tanta maldad en los jugadores o quizá porque resulta en cierta manera utópicas. Es obvio que la primera cabeza que ‘cortan’ cuando los resultados no salen es la del entrenador, sin embargo, los jugadores también se arriesgan excesivamente. ¿Quién les garantiza que el que venga sea mejor, que vayan a jugar, que los resultados mejoren e incluso que consigan su objetivo a corto plazo? Quizá de manera inmediata el entrenador ‘cargue’ con la mayor parte de la culpa, pero a final de temporada o en el mercado de invierno los jugadores también pueden llevarse sorpresas.
En definitiva, quizá Djukic no sea adecuado para el Valencia o a lo mejor simplemente se trata de que el Valencia ya no es el mismo equipo que hace unos años. Los valencianos se habían acostumbrado a ser el ‘tercer equipo de España’, pero ese puesto se lo ha ganado a pulso desde hace varias temporadas el Atlético de Madrid. No se puede pedir grandes resultados si cada vez que un jugador de tu equipo destaca, lo vendes a final de temporada o si no cuentas con tu cantera.
La afición, con toda la coherencia y razón posible, cargó contra los jugadores y apoyó al entrenador. Al menos en su gran mayoría.
Ayer el serbio se tomó un respiro… El Valencia consiguió una victoria contundente frente al Sevilla (3-1). Antes del partido, ya se había filtrado a la prensa que independientemente del resultado el técnico continuaría al frente del equipo.
¿Cuánto durará la tregua?
Admirable la profesionalidad del Tata Martino:
La semana pasada el Barça jugó su primer partido de Champions y, pese a que el juego no fue el que nos enamora, el equipo catalán consiguió un 4-0. De nuevo, Valdés volvió a brillar. Al igual que el sábado frente al Rayo Vallecano… Y de la misma manera que lo hace desde que empezaron las competiciones.
Sin embargo, la victoria estaba bañada en lágrimas: el padre del Tata Martino había fallecido. Pese a la malísima noticia, el técnico decidió que viajaría a su Argentina natal tras el encuentro.
Algunos se atreverán a criticarlo, estoy segura, y otros sin embargo, admirarán el gesto de profesionalidad y, sobre todo, de fuerza. No siempre es fácil anteponer la vida profesional a la personal, menos aun cuando se trata de algo así. Por ello, yo me uno al grupo de admiradores.
Además, Martino tiene que ‘aguantar’ que el estilo del Barça se esté cuestionando día sí, día también. Es evidente que el equipo culé no ha llegado a alcanzar la exquisitez a la que nos tiene acostumbrados, pero también lo es que estamos en septiembre y que el Barça apenas ha tenido pretemporada.
Algunos acusan al argentino de intentar cambiar el estilo, cuando solo pretende introducir alternativas… Algo que el Barça venía reclamando hace un par de años. Se necesitan más recursos y el Tata los está aportando. Todo cambio requiere un tiempo de adaptación. Esto no quiere decir que el estilo del Barça cambie.
“Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?” Facundo Cabral.