En la época de los Reyes Católicos surgió aquello de “tanto monta, monta tanto” para hacer referencia a que el poder de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón tenía la misma importancia independientemente del reino. Actualmente, se puede aplicar en muchos casos y, de hecho, se utiliza con frecuencia. Teniéndolo en cuenta, yo diría que se puede aplicar a la dupla: Neymar y Alexis.
Desde que el brasileño llegó a Can Barça se notó la química y la afinidad, al menos sobre el campo, que existe entre él y Messi y ante la ausencia de este último, hemos podido ver que también se produce con Alexis. Ambos han marcado varios goles esta temporada asistiéndose el uno al otro y en más de una ocasión, lo que se dice vulgarmente: “regalándose” el gol. Esto revela que aquellos que quisieron vender que la llegada de Neymar sería un problema están quedado retratados. Y por si fuera poco, el tridente formado por Alexis y Pedro en las bandas y Neymar como delantero centro también funciona a las mil maravillas. La ausencia de Messi apenas es palpable. No se produce esa “Messidependencia” que sí se notó en algunos partidos la pasada campaña.
Creo, o al menos eso he percibido, que Neymar juega mejor ante las críticas en vez de ante los elogios. Es decir, obviamente le agrada escuchar los halagos hacia él y que el templo azulgrana le ovacione (además declaró que cuando le ovacionaron el otro día tuvo ganas de llorar), pero también le motiva que desconfíen de él, porque se revela y hace disfrutar aun más. Seguramente, los que dudan de él no pertenecen a la afición culé. Le recriminaron que aun no había marcado en Champions y hace un hat-trick frente al Celtic en el Camp Nou. Y, además, hace doblete en Liga cuatro días después.
A mí, personalmente, siempre me gustó Neymar. Le había visto jugar varias veces antes de que viniera a Barcelona y siempre me maravilló porque veía en él destellos de la magia de Ronaldinho, que es mi gran debilidad. Y ahora, cuando va a terminar la primera vuelta, creo que Neymar ha crecido. Y digo que ha crecido porque aun es joven, pero desde que llegó ha mejorado aun más… Jugar al lado de gente como Messi, Busquets, Alexis, Xavi… Le ha ayudado a ello. Creo que para crecer es indispensable querer aprender y Neymar ahora mismo es una esponja… Y esto es un punto muy a favor de él y que puede llevarle a lo más alto en volandas y con un balón en los pies.
“Trabajando duro, viejo, espero hacer algo bueno algún día. No lo hago todavía, pero lo persigo y lucho”. Vincent Van Gogh.